Papá lee a Tin

, por Martín Gaitán

Armé esta página en media hora, desde un ciber. Ya les conté a algunos, pero vaya el dato para todos: en Córdoba hay superpoblación de cibers, iglesias y chicas hermosas. Yo le calculo dos de cada rubro enunciado por cabeza, por lo que ya hice el reclamo de las cuatro morochas que me corresponden.

Cada vez que me senté en uno de esos sucuchos a gastar un peso por hora (estoy una hora por día, y ya empecé a sentir el síndrome de abstinencia) tengo que bajar rápido algunos programas e instalarlos, porque para los cordobeses no existe otra cosa que no sea Micro$oft. Sepan, odio el Internet Explorer, es el peor software que se haya programado jamás.

El día que estaba subiendo los archivos del sistemita con el que funciona esta humilde bitácora, el chico que atendía se asustó con la pantalla negra de "ftp" que abrí, para hacerme el jaquer. En realidad busco la maquina más expuesta sólo para hacer facha, debo sincerarme. Un rato después, ya estaban las primeras lineas, y mandé un mail general avisando la "democratización de informacion sobre lo que sea de mi vida acá". Siempre quedaría mal si escribo mails uno por uno, ya que se aburririan esperando su turno. Igual, esto no quiere decir que no puedan escribirme mails, y yo les responda.

Menos el primero que salió en el instante, todos los demás textos los escribo desde la compu del depto, y los llevo en un diskette que paseo en mi bolsillo a la espera de la primer máquina online que se me cruce en la via pública. Ayer, cuando fui a agregar dos cositas que escribi, tenia un monton de mails, entre ellos muchos de mi familia (ey, gracias a todos los que escribieron).

Mi viejo sentado en una computadora es una postal que compraria, por lo dificil de conseguir. Me escribió un email, y pude notar en sus lineas muchisimo amor, algunos errores de ortografía y algo de moqueos. Dice que se emocionó al ver "lo lindo que escribo" (?), y que se acordó de su chiquito que escribia poesías (si entendí bien, soy yo mismo cuando era chiquito, aunque quizá sea otro que no conozco ;-] ). También me contó como fué verme partir haciendome el recio con "cara de rubio de camel", para después irse a continuar con su trabajo, sin dejarle tiempo a las emociones.

Esa tarde en la terminal nos dimos un abrazo, pero quizás no fué el que más tarde tuvimos ganas de darnos. Siempre nos cuesta el cariño y el diálogo, aunque los dos sabemos de nuestro incodicional amor y confianza. Será que somos un poco parecidos.

Uso internet desde hace mucho, pero nunca la valoré tanto como ahora, que me permite comunicarme con los que quiero. No tengo nostalgia, ni extraño, pero la distancia por si sola te muestra todo lo que signfica una familia como la mia, y hace agraceder a ese dios que no existe por tenerla.