El golpe está en marcha

, por Martín Gaitán

Acabo de volver de viaje, y con gran interés descubrí la discusión que se generó en el hilo sobre «cuanto gana un programador». Temas y opiniones muy interesantes surgieron, y como un amigo (y compañero de la carrera) me insinuó, da orgullo notar el compromiso de muchos futuros ingenieros con el pais. La opinión de otros, en cambio, me da escalofrío. Pero a eso estoy más acostumbrado.

Quise rescatar la discusión que inevitablemente se filtró en ese hilo: el conflicto del campo y la situación de crisis que actualmente atraviesa el pais.

De más está decir que es nuestra responsabilidad como ciudadanos, y nuestra obligación como miembros de una casa de altos estudios, discutir este delicado tema y formanos una opinión razonada, impermeable y crítico al mensaje e psicósis que difunden (crean) los medios.

Para expresar mi opinión voy a utilizar la carta abierta que ayer publicó gran filósofo, teólogo y maestro Rubén Dri.

Agrego que no se trata de elegir "el mal menor", porque no creo que eligiendo, al menos desde el sofá y con el control remoto, se construyan los cambios. La posición de elegir entre las falaces opciones es, además de cómoda, una posición débil y manipulable, que queda a merced de los formadores de opinión. Sí, en cambio, creo en posicionarse activamente, con opinión crítica y constructiva y siempre desde la participación.

Hoy, la coyuntura exige darse cuenta que los intereses son mucho más complejos, y por ende, las criticas deben ser mucho más profundas que "me cae mal la soberbia de la presidenta". Motivos para criticar al gobierno sobran, y deben ser luchas irrenunciables. Pero hoy nos toca defender la posibilidad de darlas.

abrazos. Martín.

El golpe está en marcha

Rubén Dri

Buenos Aires, 15 de junio de 2008

El golpe está en marcha. Uno puede cerrar los ojos y negarlo, pero hoy no es posible dudar. "Si nos quedamos acá tenemos que estar dispuestos a lo peor"; "estamos en guerra"; "esto es una revolución". Son frases que jalonan los cortes de ruta motorizados por una derecha que sabe lo que quiere y una izquierda estúpida que cree que está haciendo la revolución.

Lo que está en marcha es efectivamente una "revolución", pero una revolución conservadora neoliberal que quiere la anulación práctica del Estado, que de una u otra manera entorpece sus sucios y multimillonarios negocios. De parte del gobierno hay una parálisis sumamente peligrosa. Las acciones de ayer, el intento de abrir la ruta 14, no hicieron más que potenciar la marcha de la derecha golpista.

Narra el evangelista Marcos que cuando Jesús llega con los militantes de su movimiento a la población de Betsaida le presentaron un ciego para que lo curase. Jesús "después de mojarle los ojos con saliva, puso sus manos sobre él y le preguntó ’¿Ves algo?’, el ciego que empezaba a ver, dijo: ’Veo a los hombres como si fueran árboles que caminan’". Gran parte de la sociedad ve la marcha del golpe como si fuesen árboles que caminan.

Continúa la narración: "Luego, le puso nuevamente la mano en los ojos y éste empezó a ver perfectamente y quedó sano, ya que de lejos veía claramente todas las cosas". El verbo griego utilizado enéblepen, pretérito imperfecto de blépo, no significa sólo ver, sino ver críticamente. Todo el pasaje se refiere a la comunidad que debe abrir los ojos y comprender qué está sucediendo.

Una de las mentiras más perversas de las tantas con que la gran prensa nos inunda todos los días es la de la lucha de los "pequeños productores" como si éstos actualmente estuviesen en la Federación Agraria, en la que, en realidad, están los rentistas, que mientras sus campos siguen produciendo pueden darse el lujo de pasar sus días en la ruta.

Los pequeños productores están en otra parte, en el Mocase, en el Mocaflor, en el Mocaju, en el Mam, en una palabra en el Frente Nacional Campesino que debe luchar a brazo partido para que los que hoy cortan ruta no los despojen de sus campos. Éstos no podrían hacer un paro indefinido. Sólo los ricos lo pueden hacer.

Las luchas de clases nunca se presentan en estado puro. Las contradicciones atraviesan a los distintos bloques que continuamente se forman. Hoy hay con claridad dos bloques atravesados por multitud de contradicciones internas. El bloque de la derecha pretende, como dice la inefable Carrió, que expresa a todo el pueblo. Con claridad hay que decirlo: En ese bloque como en el otro hay múltiples contradicciones, pero su triunfo sería el triunfo del neoliberalismo con todo lo peor de su negra historia.

Las múltiples contradicciones del otro bloque, especialmente la no ruptura de la estructura neoliberal, la no recuperación de los hidrocarburos, la política minera y otras yerbas hacen que no sea fácil acompañarlo en esta lucha. Pero no hay opciones. Si el golpe de derecha triunfa habremos retrocedido trágicamente y entonces, a todos los que se desentendieron habrá que decirles: ¡A llorar a la Iglesia!

P.-S.

[Un email que envié a la lista de correos de Ingeniería en Computación, donde participamos la mayoría de los estudiantes de la carrera y varios profesores]