Pepe teme que se le fermente el semen. ¡Qué mequetrefe! Trece meses que el “treque-treque” le repele. Pretende que Teté, ex ente del Jet-set, le reste peste. Teté — Pepe, es el tercer mes que me ves ¿Qué tenés pebete? ¿es estrés? ¿es Menem? ¿temés que el frente CCC-CGT le deje de pertenecer? Pepe — Ehhhh...estemmmmmm... Teté — ¡Teneme fe che! ¿Querés que te enseñe el zen que sé? Let’me see, es este: “Mentes terrestres que ven el este en New Jersey ¡Elévense! Dejen de meterse en él. (…)
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Ficciones
Artículos
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Verdes menesteres
16 de julio de 2008, por martin -
La habitación
8 de julio de 2005, por martinEntre muchos tachones y una caligrafía que a fuerza de teclado está cada vez más horrible, sobreviven los últimos textos que hice para el taller de escritura.
Antes de que pierda el cuaderno o, más probable, el coraje de mostrarlos, voy a ir publicando acá algunos de ellos, acompañados de la consigna que los parió (por cesárea).
La mayoría de estos textos fueron escritos en clase, un martes a la tarde entre marcianos, de un tirón y en el poco tiempo que queda entre chupar mate, comer (…) -
Mi carrera secreta
5 de julio de 2005, por martinEn Córdoba es casi imposible jugar a las Carreras Secretas, esas que el Negro Dolina describía en un cuento:
Se trata de elegir en la calle a una persona de caminar ágil y proponerse alcanzarlo antes de llegar a un punto establecido. Esta rigurosamente prohibido correr. Antes del comienzo de cada justa, se deciden las recompensas y penalidades: si llego a la esquina antes que el pelado, aprobare el exámen de lingüística.
Esto sucede no por falta de ágiles competidores, mucho menos por (…) -
Los mimos y las masas
31 de enero de 2010, por martin"Susana amasa la masa", acataba mi lápiz, con la punta filosa casi lista para apuñalar. Al lado, muchos garabatos contrastaban la hoja Rivadavia, acusando un gran fastidio acumulado.
Por fortuna, gracias a mi prolífica imaginación infantil nunca sucumbí al invasivo sopor. Las gansadas prolijas con tiza blanca o azul sólo motivaban a soñar otros mundos.
Cuando mis ojos apagaban la luz podía disfrutar, pongamos por caso, a Maradona marcando un gol magistral visto sólo por mi; o quizás a (…)