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Pequeñas historias facebookianas
Jueves 19 de noviembre de 2009, por
Ya le dije a Josefina Licitra (que me aceptó como amigo, un poco por lástima y otro poco porque creé su weblog no oficial): Facebook es una irrealidad donde Bart Simpson puede ser amigo del Hombre Radioactivo.
Cierto que no deja de ser cholulismo, pero es una tentación difícil de resistir. Tengo amigos que perdieron mechones de pelo y ganaron esguinces de tobillo por conseguir una pua, un simple y estúpido pedacito de plástico que había sido usado por el roquero en fama. Y mirame a mí, escribiéndole piolita, con un cafecito sobre el escritorio y el ventilador prendido, a uno de los periodistas más grosos del último tiempo.
Pero claro, no hay que abusar, una cosa es tener la posibilidad de escribirte y otra es que me permitas formar parte de tu círculo, de tus amistades, pero, ay, no aguanto, perdón... ¿querés ser mi amigo, Hombre Radioactivo?
De: Cristian Alarcón
el 19 de febrero a las 17:19
Bart, querido, ya te investigué y te leí. Quiero ser tu amigo. El hombre radioactivo.
¡Gaitanes del mundo, uníos!
Lo mejor que tiene Facebook es ese link chiquitito que dice "Ignorar todo". Es como encogerse de hombros, esconder el labio inferior atras del superior y exclamar ante la multitud "mmh, que hammmbre", y todo con un sólo click.
Qué placer es escaparle tan sencillamente a la idiotez de un "¿qué personaje de TV eres?", a la absurda invitación a una fiesta en Barcelona y a la agresión ficticia de una mafia ficticia de un amigo ficticio. A veces dejo que se acumulen esas porquerias en mi perfil sólo para sentir la alegría profunda de pensar toda la mala sangre que me ahorro, la misma que disfrutaba Cortázar cuando imaginaba recuperar su pelo fácilmente.
También me da placer ignorar desconocidos. Monchito te ha encontrado usando el buscador de amigos. No tienes amigos en común. ¡Ay Monchito, que miserable vida tienes, mendigando amistad!
En la era analógica, cuando la red social por excelencia era la canchita del barrio, lo más patético que podía sucedernos era que la mamá de ese pibe medio autista de la cuadra, mitad diabólico mitad boludo, le pidiera a nuestras mamás que vayamos a jugar a su casa. El buscador de amigos de los infelices, en aquella época, eran las mamás. Ahora es una función de Facebook.
Pero a veces aparece un Monchito de otro partido y con una gambeta inesperada hace añicos mi prejuicio. Como José Francisco, el anfitrión de todos los Gaitán del mundo.
José Francisco Gaitán, un malagueño de 46 años, tiene la extraña manía de buscar, contactar y reunir a cuanto hombre o mujer apellidado Gaitán se encuentre en Facebook. Todos sus contactos, cerca de 1700 hasta ahora, llevan su apellido. O sea, el nuestro.
Cuando me apareció su solicitud casi lo ignoro junto a un costarricense que decía ser hincha de Boca y una colombiana con un dibujito de Mickey como foto de perfil. Pero algo en este desconocido, no sé si el lóbulo de la oreja pegado al cuello o las pronunciadas entradas en la frente, me transmitió un aire familiar.
Ahora estoy conociendo a parientes de todo el mundo y ya me invitaron a una caminatita por nuestro desfiladero.
Ponerle rostro al recuerdo
Hernán Casciari escribió un artículo genial sobre las ventajas que brinda Facebook al seductor contemporáneo.
Imaginate que aquella que está por cruzar la Diagonal tuviese un cartel que dijera: ‘Hace doce días que estoy deprimida’ (...) ¿Cuánto hubiéramos simplificado el enfoque de la seducción, hace diez, hace quince años, de haber tenido esos guiños entre las conocidas del colegio, de la universidad, de las compañeras de trabajo, de las ex novias?
Al personaje de ese texto Facebook le cambió la vida. A mi me cambió los recuerdos.
Hace un par de semanas andaba escarbando este blog en busca de, digamos, inspiración. "No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió", escribió Sabina, pero no lo recordé en aquel momento en que navegaba aleatoria e inútilmente por mi pasado textual.
Después de corregir una docena de errores ortográficos y sonrojarme por algunos párrafos inocentes, llegué una de las cartas de amor efímero.
Intenté recordar el sentido de esos textos. Había dos: el explícito, seguramente impregnado de hormonas de madrugada, prentendía levantar algo al azar, sin más esfuerzo que refritar algo ya escrito. Por supuesto fracasé rotundamente. El implícito era más íntimo: ayudarme a recordar, como estaba haciendo al leerlo, que esas mujeres existieron y que fui feliz con ellas. Qué importa cuánto tiempo.
Pero aquí el error, imperdonable, humano. Esos textos eran emails y estaban en algún rincón de los 7gb del Gmail. Los busqué y de ahí saqué las direcciones de destino, que alguna vez obtuve, vaya a saber si en la palma izquierda, en una sevilleta o un pedacito de hoja de agenda. Con ese dato, tonto dos punto cero, busqué en el Facebook.
Sorpresa: no sólo estaban allí sino que ¡ya eramos amigos!
Cuando la perplejidad me dejó respirar un poco recordé haber permitido, desde los tiempos inconscientes en que me inscribí, que Facebook revisara la lista de contactos de mi correo electrónico. Desde entonces, intuyo, estamos conectados.
Todos sabemos —y lo supimos siempre— de qué se trata conocerse en vacaciones. Y aunque ahora exista la posiblidad no habrá preguntas, ni reproches, ni reintentos.
Pero los recuerdos ya no son los mismos. Ahora tienen rostros, novios, ex novios y menos tetas que las que me inventé. Todo está allí, desidealizando mi pasado. Perdieron la magia, como esa novela buenísima que algún turro llevó al cine.
Mensajes
20 de noviembre de 2009, 01:41, por noe
uh che, es como que me puse mal.. que mala onda... el tema del rostro al recuerdo vio? me voy a consultar con la almohada si desamigarme de gente o no.
11 de diciembre de 2009, 13:29, por regine
Lo peor, lo peor que te puede pasar, es que te enteres por facebook que terminaron con vos, lease en "situación sentimental: soltero" =(, después la aclaración, la hacés por correo electrónico???? "mi ex-vida, para evitarnos conflictos, lo quise hacer de la manera mas sencilla que encontre, que andes bien"
9 de mayo de 2010, 14:46, por Lali
Genial tu texto, coincido con todo lo decís. Leo mucho de Internet, por lo general de programación o tecnologías, y tengo la manía de que cuando leo cosas interesantes o de la misma personas entro a investigar para conocer a esa persona.
Facebook es una irrealidad en la que esa compañera del colegio con la cual nunca te llevaste, 5 años después te enviá una invitación queriendo ser tu amiga en Facebook y muchas cosas mas.
Quizás modifique algunas cosas de tu texto y lo publique en mi web si me lo permitís.
Ver en línea : link
3 de enero de 2012, 19:58, por Lau
Lau, o Fulana Pepa Mengana, como me llamo en Facebook... De ese modo el FBI no me encuentra, jaja es broma. (lo hará de todos modos)
Me pareció genial tu texto, a pesar que soy una adicta a Facebook. Si bien en esta red "social" hay muchas cosas negativas y empecemos con que se llama "social" y cada vez estamos todos mas aislados por sentarnos en una silla y sólo querer teclear para publicar X cosa, o se agrega gente que si ves en la calle (y de hecho, lo haces) ni siquiera levantas un brazo para decir HOLA, para unas horas después presionar el botón "me gusta" para alguna publicación que hizo.
Sí, no lo dudo, tiene algunos aspectos que no favorecen mucho.
Y acá llega el típico PEEEEEEEEEERO que todo lo da vuelta; también se puede comunicar uno con familiares que no se pueden visitar con normalidad, así como me sucede con tíos y primos que viven en el sur. O bien, podemos compartir fotos para ver cómo estuvo la navidad de un viejo amigo, o simplemente entretenerse un poco... Personalmente, lo que mas me gusta de Facebook es publicar textos literarios, porque de alguna manera, aunque sea mínima siento que estoy expandiendo su lectura, quizás dando a conocer autores, o compartiendo una sabia frase, de esas que a todos nos conmueven y remueven el interior. También se pueden comunicar diferentes informaciones, como hice cuando pude concretar el proyecto de tener un propio taller literario para niños; expuse la idea y conseguí sin pedir nada , que compañeros de la secundaria que hace años no veía también pongan en su muro que una tal Laura hacia un taller; y la verdad fue una sensación tan linda, porque sentí el acto de compromiso por parte de todos.
Y es como todo, con su doble cara, la positiva y la negativa.
Para terminar, necesito halagarte. Siempre busco en Google páginas para innovar mi lectura, para conocer nuevas perspectivas, autores, o quizás releer las grandes poesías que me hacen suspirar. ¡GRACIAS! En tu pagina encuentro todo , y aún más!!! Es maravillosa, sin dudas ya la guardo en mi mente, y cada vez que encienda la computadora voy a buscarla.
MARAVILLOSO ESPACIO EL QUE CREASTE, MIL FELICITACIONES!
Un beso para todos.
Fulana Pepa Mengana
28 de diciembre de 2012, 06:41, por ghrTgibvLGwHCk
Buenas,En cuanto a lo del arte yo sirpeme he pensado lo mismo que vosotros. El modernismo no me inspira nada, ningfan sentimiento; (aunque quize1s haya habido alguna excepcif3n del alguna obra con efecto visual, de esas que dices: este1 logrado). Pero la verdad es que aparte de la impresif3n general, eso tambie9n lo hago yo , a veces pienso las civilizaciones antiguas hacedan cosas me1s bonitas y no tenedan los recursos de hoy .En cuanto a las peledculas o la moda en general, es todo una patraf1a. Hay gente que toma decisiones sobre lo que se ve1 a llevar el af1o que viene, o lo que se va a vender. Y la verdad, muchas veces no es nada revolucionario. Pero como toda la industria lo acepta no te queda me1s remedio, vas a una tienda a otra y a otra y lo mismo en todas, cosas a rayas. a1Que9 vas a hacer, necesitas ropa!. Con lo que al final alimentas la espiral, porque lo compra todo el mundo y se convierte en lo que se lleva. Y al que se le ocurrif3 lo de las rayas le tienen todaveda me1s respeto.Pero la masa consumista solo sabe hacer eso, consumir. Y consume lo que las productoras, emisoras o marcas les meten en la cabeza de manera subliminal, con campaf1as publicitarias bestiales (si se dedicase la creatividad del publicismo en otras cosas ). Por ejemplo, al final de los telediarios ponen trailers de los estrenos (seguro que cobran un montf3n). Y bfpor que9? Porque en el telediario te lo venden como veraz, como bueno. La gente no se da cuenta y cuando va al cine ya tiene un prejucio. Y si la peledcula no te gusta no te devuelven el dinero.Lo dejo aqued porque hay tema para rato. Pero me gusta ver que no soy el fanico que piensa que movimientos me1s cle1sicos como el realismo tienen me1s valeda. Y es que en muchos aspectos se vende mierda a precios muy altos.Un saludo
Ver en línea : link