Nube dejó caer una gota de lluvia sobre el cuerpo de una mujer. A los nueves meses, ella tuvo mellizos. Cuando crecieron, quisieron saber quién era su padre.
— Mañana por la mañana —dijo ella— miren hacia el oriente. Allá lo verán, erguido en el cielo como una torre.
A través de la tierra y del cielo, los mellizos caminaron en busca de su padre.
Nube desconfió y exigió:
— Demuestren que son mis hijos.
Uno de los mellizos envío a la tierra un relámpago. El otro, un trueno. Como Nube (…)
Portada del sitio > De otros
De otros
-
Las Nubes
19 de mayo de 2009, por Eduardo Galeano, martin -
Idilio muerto
15 de abril de 2009, por Cesar Vallejo, martinQué estará haciendo esta hora mi andina y dulce Rita de junco y capulí; ahora que me asfixia Bizancio, y que dormita la sangre, como flojo coñac, dentro de mí. Dónde estarán sus manos que en actitud contrita planchaban en las tardes blancuras por venir; ahora, en esta lluvia que me quita las ganas de vivir. Qué será de su falda de franela; de sus afanes; de su andar; de su sabor a cañas de mayo del lugar. Ha de estarse a la puerta mirando algún celaje, y al fin dirá temblando: ”¡Qué (…)
-
La tortura
1ro de abril de 2009, por Eduardo Galeano, martinLa palabra mártir viene del griego, y significa: el que da testimonio. En los años de la dictadura militar brasileña, fray Tito dio testimonio de indignación entre los indignos, y fue por ellos encarcelado y atormentado una vez y dos y muchas veces.Después, marchó al exilio.
Se fue, pero se quedó. Estaba libre en Francia, pero seguía preso en Brasil. Nada sabían de geografía los sacerdotes y los amigos que le decían y repetían que el país de sus verdugos quedaba lejos, al otro lado del (…) -
Chicas
8 de marzo de 2009, por Jorge Lanata, martinAyer fue el Día Internacional de la Mujer, o algo así, y quería —con muchísimas prevenciones— decirte algo sobre eso. Lo de las prevenciones es natural: cualquier mujer se enoja si se habla de ellas solo en su día, y te sale con aquello de “Che, no es el día del animal”; pero también es posible que se enojen si no se lo menciona, o que critiquen con cierto cinismo si quien habla de las mujeres es un hombre.
Yo quiero contarte sobre algunas mujeres que conocí en mi vida, desde mi madre a mi hija, también otras mujeres que quise y quiero, mujeres que vi pasar, mujeres de las que me hablaron y otras que me tomo licencia para inventar.
-
Chega de Saudade
5 de marzo de 2009, por martin, Vinícius de MoraesVai, minha tristezaE diz a elaQue sem a ela não pode serDisse numa preceQue ela regressePorque eu não posso mais sofrerChega de saudadeA realidade é que sem ela não há mais paz, não há belezaÉ só tristeza e melancolia que não sai de mim, não sai de mim, não saiMas, se ela voltarSe ela voltarQue coisa linda,Que coisa loucaPois há menos peixinhosA nadar no marDo que os beijinhos que eu darei na sua bocaDentro dos meus braçosOs abraços hão de ser milhões de abraçosApertado assimColado assimCalado assimAbraços e beijnhosE carinhos sem ter fimQue é acabar com esse negócioDe você viver sem mimNão quero mais esse negócioDe você tão longe assimVamos deixar esse negóciode viver longe de mim. -
Colombina
3 de marzo de 2009, por Jaime Ross, martinEn el tumulto de los húsares de Momoencandilado por las luces de otro barrioaquel murguista saludando con su gorrose despedía, como siempre, del tabladoEntre la nube de pintados chiquilinesvió la sonrisa que enviaba una princesa.Entre los rostros de mezclados colorinesdudó si era para él la gentilezaY por si acaso dedicó una reverenciaa la muchacha que en la noche se quedaba.En el momento de partir la bañaderavolando un beso se posaba en su ventanaY paso a paso la ansiedad lo malheríaquedaba poco del noctueno itinerario.Uno tras otro los cuplés se sucedían,se retiraban del último escenarioTiró el disfraz en el respaldo del asiento.Borró los restos de pintura con su manoVolando un tacho lo llevaba contra el vientola vió justito a la salida del tablado"Cómo te va", dijo el murguista a la muchachaQue lo cortó con su mirada indiferenteLe dijo "Bien" y lo dejó como si nadaNuevamente ...la princesa ...¡se perdía entre la gente!Que no se apague nunca el eco de los bombosQue no se lleven los muñecos del tabladoQuiero vivir en el reinado del Dios MomoQuiero ser húsar de su ejército endiabladoQue no se apaguen las bombitas amarillasQue no se vaya nunca más la retiradaQuiero cantarle una canción a ColombinaQuiero llevarme su sonrisa dibujada -
La orilla
1ro de marzo de 2009, por Eduardo Galeano, martinNo se animaban a meterse. Con los ojos clavados en las olas, todos parados como soldados en fila, se medían el miedo y se atrevían, a lo sumo, a mojarse los pies.
Eran niños venidos de tierra adentro, de muy adentro, que no habían estado nunca en la playa de Piriópolis, ni en ninguna playa, y que nunca habían visto la mar. Y uno de aquellos niños que estaba descubriendo la mar y que no tenía ojos para ver lo que estaba viendo, comentó:
— ¡Un río de una sola orilla! -
Dulce Daniela
25 de febrero de 2009, por martin, Víctor HerediaElla decide cuando es de día, ella maneja el sol anda pintando toda la casa con trozos de crayón. Rojo a los muros, verde al oscuro sillón del comedor, y un póquitito de azul celeste aquí en mi corazón. El amarillo tiñe los vidrios y ella no entiende bien como es que pierde sus hojas verdes el paraíso aquel.. Píntame un árbol que no envejezca, pinta en mi habitación, un árbol verde con hojas frescas pinta con tu crayon; que necesito, dulce Daniela, alguien que pinte aquí, un muro (…)
-
Eso
19 de febrero de 2009, por Mario Benedetti, martinAl preso lo interrogaban tres veces por semana para averiguar «quien le había enseñado eso». Él siempre respondía con un digno silencio y entonces el teniente de turno arrimaba a sus testículos la horrenda picana.
Un día el preso tuvo la súbita inspiración de contestar: «Marx. Sí, ahora lo recuerdo, fue Marx.» El teniente asombrado pero alerta, atinó a preguntar: «Ajá. Y a ese Marx ¿quién se lo enseñó?» El preso, ya en disposición de hacer concesiones agregó: «No estoy seguro, pero creo que (…) -
Maestras Argentinas: Clara Dezcurra
17 de febrero de 2009, por martin, Roberto FontanarrosaClara Dezcurra toma la pluma y escribe la fecha: "16 de Julio de 1840". Luego, con la misma letra minúscula y erguida, agrega el encabezamiento: "Querida Juana". Finalmente, tras alisar el papel que tiene la textura y la consistencia del hojaldre, embebe la pluma en la tinta negra, y redacta: "Ayer decidí cambiar el método que siempre utilizamos. Quise darle a mis chicos una alternativa diferente que los arrancara de la enseñanza rutinaria. Esta vez, en la clase de Habla Hispana, dejé de lado nuestra clásica composición ’Voyage autour de mon bureau’ y quise sorprenderlos con algo propio, conocido, cercano. Fue entonces cuando les propuse escribir sobre ’La Vaca’."
Clara Dezcurra no lo sabe, pero ha introducido un hábito de escritura que será, luego, por décadas, indicador y modelo en las escuelas criollas.