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Artículos de esta sección

  • Viento Sur

    , por María Elena Walsh, Martín Gaitán

    No hay tunel que dure cien años, mi vida. Mira como se arruga la tiniebla, la procesión de pálidas se desbarranca, los funcionarios inauguran ruinas. Y vos y yo fundamos aires buenos. Donde estará la plata de mi río, solo barro y olitas de minué. En los camalotes cantan sirenas, pero Ulises camionero no las oye, solo escucha la radio. Llueve liquen en los decrépitos televisores, buenas noches a todos, mariposas y difuntos. Transmiten en cadena las cadenas. El cemento se cansa de ser cobija (...)

  • Patrias

    , por Juan Gelman, Martín Gaitán

    a Olga Orozco No importa que no sepas cuándo te toca la incandescencia del aire. Lo importante es que la recibas y más importante aún que abras así el país de la bondad. Los sueños no saben nada de sí mismos. También el aire se ignora y entra para hermosearse en tu hermosura. En su cristal canta su rostro como una patria.

  • De vidas ajenas (fragmentos)

    , por Martín Gaitán

    Cultivar nuestro jardín

    "Otra cosa que compartía con Jérôme y que es rara en un muchacho de su edad: esa forma de mirar ligeramente socarrona, sin malevolencia, a esa gente que se agita y se estresa e intriga, que tiene sed de poder y de ascendiente sobre el prójimo. Los ambiciosos, los jefecillos, los siempre insatisfechos. Jérôme y él eran más bien de esas personas que hacen bien su trabajo, pero una vez lo han acabado, ya ganado el dinero, lo aprovechan tranquilamente en lugar de cargarse con más trabajo para ganar más dinero. Tenían lo necesario para estar contentos con lo suyo, no todo el mundo tiene esa suerte, pero ante todo tenían la sabiduría de conformarse, de amar lo que tenían, de no desear más. El don de permitirse vivir sin mala conciencia y sin prisa, de mantener una conversación lenta y burlona a la sombra del baniano, bebiendo una cerveza a pequeños tragos. Hay que cultivar nuestro jardín. Carpe Diem. Philippe no lo formula así, pero así lo entiendo y lo siento mientras habla, yo, tan alejado de esta sabiduría, yo, que vivo en la insatisfacción, la tensión perpetua, que persigo sueños de gloria y destrozo mis amores porque siempre me imagino que en otra parte, algún día, encontraré algo mejor"

  • Amapola

    , por Martín Gaitán

    Abre las hojas del viento, mi vida, ponle una montura al río. Cabalga y si te da frío te arropas con la piel de las estrellas. De almohada la luna llena, mi vida, y de sueño el amor mío. Y una amapola me lo dijo ayer, que te voy a ver, que te voy a ver. Y un arcoiris me pintó la piel para amanecer contigo. Cierra la noche y el día, mi vida, para que todo sea nuestro. Y una gran fuga de besos se pose sobre tu boca. Y que el trinar de las rosas, mi vida, te digan cuanto te quiero. Y una (...)

  • Tu nombre

    , por Jaime Sabines, Martín Gaitán

    Trato de escribir en la oscuridad tu nombre. Trato de escribir que te amo. Trato de decir a oscuras esto. No quiero que nadie se entere, que nadie me mire a las tres de la mañana, paseando a lo largo de la estancia, loco, lleno de ti, iluminado, ciego, lleno de ti, derramándote. Digo tu nombre con todo el silencio de la noche, lo grita mi corazón amordazado. Repito tu nombre, vuelvo a decirlo, lo digo incansablemente, y estoy seguro que habrá de (...)

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