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Por qué vamos a la marcha

Miércoles 18 de junio de 2008, por martin

<cita|linea1=Estos son tiempos en que hablar sobre árboles es casi un crimen, porque supone callar sobre muchas alevosías|autor=Bertold Brecht>

Vuelvo a adherir plenamente a una carta abierta, esta vez firmada por múltiples hombres y mujeres de la política, intelectuales, artistas y sindicalistas de la Argentina. Sumo mi opinión a modo de prólogo.

Se dice, con mucha picardía, que los pesimistas son los optimistas que están bien informados. A veces me considero uno de esos, y en particular con este gobierno. Para decirlo claramente: no es el de este gobierno, el proyecto de pais que yo quiero.

Encuentro grandes motivos que me alejan (ya no digo "que me hacen dudar") del kirchnerismo. Algunos de ellos se mencionan en la carta abierta. Otros tienen que ver con la acumulación del poder, la falaz redistribución de la riqueza planteada y la ausencia de intenciones de construir una democracacia participativa, que considero evidenciada en no fomentar el trabajo autárquico de las muchas organizaciones sociales de base, y en el aprovechamiento (en vez del desmantelamiento) de las redes de clientelismo.

Sin embargo, me alejo también de los que consideran cualquier motivo válido para golpear a este gobierno, pretendiendo generar así condiciones "revolucionarias".

Y que se me permita la alegoría vial: no hay camino que se aleje más del que buscamos, que el que va en sentido exactamente contrario. Como dije, el de este gobierno no es el camino por el que quiero ir, pero no va hacia atrás, donde la oligarquía de soja y rayos catódicos pretende llevarnos. Sé desde dónde prefiero caminar para enderezar destinos.

Por qué vamos a la marcha


Carta abierta

Hoy a las 13 nos concentramos en Avenida de Mayo y Perú, en defensa de la democracia y en reclamo de mayor distribución de la riqueza y participación popular.

Lo haremos desde nuestra propia identidad y sin ahorrar críticas al Poder Ejecutivo Nacional, pero en respaldo de la institucionalidad democrática y de las medidas progresivas que enfurecieron a una nueva derecha que usa la retórica del diálogo y el consenso y se envuelve en los símbolos nacionales mientras pretende mantener sus privilegios. Con lock-out patronal y desabastecimiento no hay vocación de dialogo. Es imprescindible el levantamiento de las medidas de fuerza, y que el gobierno haga una amplia convocatoria a todos los sectores involucrados, para la discusión integral de un nuevo modelo productivo.

Somos miembros de organizaciones sindicales como la CTA, CTERA, la Unión Obrera Metalúrgica, CONADU; de movimientos como Tupac Amaru y Movimiento Nacional Patria Grande; de organismos de derechos humanos como el CELS, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos; de pequeños empresarios, como la Asamblea de PYMES y el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos; economistas del Plan Fénix; decanos y profesores universitarios, científicos e investigadores; sacerdotes en opción por los pobres; dirigentes políticos que demostramos la posibilidad de construir alternativas populares sin clientelas ni aparatos; intelectuales y artistas integrantes del agrupamiento Carta Abierta y ciudadanos sin militancia partidaria ni institucional.

No formamos parte del gobierno. Objetamos la destrucción del INDEC y la construcción del tren bala, la negativa a reconocer la personería de la CTA y la alianza con sectores de la mal llamada burguesía nacional, que fue socia de los gobiernos neoliberales. Consideramos intolerable el mantenimiento de altos niveles de hambre y exclusión en uno de los grandes países productores de alimentos del mundo.

Pero la restauración conservadora en marcha, con el impulso de un sector de la izquierda que imagina protagonizar una revolución agraria, no cuestiona los defectos sino los aciertos del gobierno, al que intenta imponerle sus intereses económicos por encima del interés general, sin reparar en costos ni en métodos. Cuestiona la reconstrucción de la autoridad del Estado luego del colapso de 2002, el saneamiento de la Corte Suprema de Justicia, el juicio a los responsables del Estado terrorista, el drástico descenso de la desocupación, la recuperación del régimen jubilatorio estatal, el establecimiento de un haber para las personas mayores de 70 años que no tenían ninguno, el aumento del presupuesto educativo, la creación de un ministerio de ciencia y tecnología, la política exterior independiente, en asociación con los gobiernos democráticos de Sudamérica. No busca un avance sino un salto atrás.

Contra toda evidencia se acusa de autoritario y soberbio al primer gobierno que ha prohibido el uso de armas de fuego en el control de manifestaciones y se moteja de represión violenta al desalojo con guantes de seda de la ruta del MERCOSUR, por la que desde hace tres meses no se permite el tránsito de mercaderías, obligando a tirar millones de litros de leche y toneladas de frutas y verduras. De ese clima deslegitimador, parecido al que minó la presidencia de Arturo Illia, participan en forma tan entusiasta como irreflexiva sectores de las clases medias urbanas influidos por la cobertura tendenciosa de diarios y canales de televisión temerosos de que se democratice la comunicación de masas.

De esta crisis, no menos grave porque se la niegue, sólo se sale con más democracia y más distribución de la riqueza. Para ello se impone una reforma impositiva integral, que grave a todos los sectores que en estos años han tenido beneficios extraordinarios, como la especulación financiera, la minería y la pesca.

Ésa es la voz propia con la que hoy iremos a la Plaza de Mayo, en defensa del valioso trayecto recorrido desde mayo de 2003 y en demanda de su profundización, con mayor calidad institucional y con la participación popular.

Hugo Yasky, Martín Sabbatella, Horacio Verbitsky, Laura Conte, Juan Gelman, Adrián Paenza, Eduardo de la Serna, Abraham Gak, Juan Pablo Paz, Carlos Heller, Horacio González, Nicolás Casullo, Lilia Ferreyra, Ana Cacopardo, Victorio Paulón, Stella Maldonado, Roberto Baradell, Carlos De Feo, Juan Carlos Junio, Alejandro Dolina, Juano Villafañe, Vicente Battista.

Mensajes

  • Creo que también iría a la marcha si se hiciera en nuestra ciudad, lo que no puedo es "adherir plenamente" a esta carta abierta que reduce la salida a "una reforma impositiva integral, que grave a todos los sectores que en estos años han tenido beneficios extraordinarios, como la especulación financiera, la minería y la pesca", claro que es imprescindible, pero debe puntualizarse que la única forma de salir de esto es que el gobierno decida romper con el modelo de concentración que sigue sosteniendo de diversas maneras, subsidiando a los mas grandes entre otras, o sea no solo sostiene a capa y espada uno de los sistemas impositivos mas regresivos del mundo sino que además instrumenta políticas que aportan para que la riqueza superconcentrada se concentre aún mas, me parece que si no apuntamos esto seríamos cómplices de no intentar revertir una correlación de fuerzas que pone en jaque a un gobierno de un país que crece económicamente en forma sostenida a tasas chinas, ¿Cómo se explica? Si no iremos a incontables marchas a defender la institucionlidad democrática, mientras el gobierno sigue poniendo las fichas para que los que no dudan en dar marcha atrás se sigan fortaleciendo.
    Fraternalmente
    Omar

  • Siendo extranjera y con poca informacion, no voy a comentar el articulo en si (todavia necesito hacerme una opinion...)! Pero Martin gracias por tu blog, me ayuda entender un poco mejor lo que esta pasando en tu pais.

    Queria reaccionar con respecto a los 2 ultimos comentarios... que no me parecen muy constructivos! Lo siento, pero tu aversion por Brecht no importa! Y no creo que la frase contradice el tema, solo que pone de relieve el hecho de que la informacion que se da de la crisis con el campo en la mayoria de los medios impide hacerse una opinion objetiva! Segun lo que yo entiendo, es una lucha de poder en el gobierno y el poder argentino (o sea el campo)... con bastantes alevosias!

  • Buenas! adhiero totalmente a la carta abierta transcripta arriba, y al comentario de mi amigo Martín G.
    Por otro lado es muy cierta la desinformación (o desde otra óptica la saturación de información para despistar, paralizar, etc.) a que es expuesta la mayoría de los habitantes de esta Argentina, quienes preocupados por REALMENTE TRABAJAR Y PROGRESAR, son manipulados por los medios de comunicación (que ya no se si son el cuarto poder en la Argentina, o si han subido a otros escalones en el podio) y se termina apoyando (la población, la gente digo) al campo o al gobierno sin fundamentos serios y coherentes (porque los medios saben bien a quien apoyan -de uno y otro lado-, y lo hacen por motivos – políticos, económicos, etc. - bien concretos).
    Tampoco creo mucho en la FALSA DICOTOMIA "campo vs. gobierno", creo que habría que ser más específicos en el título de la contienda que nos están haciendo vivir.
    ¿¿El campo es el pueblo argentino?? como nos han querido hacer creer las 4 entidades ruralistas?? A quien representa el campo??? Si ya casi nadie vive en el campo, se han ido casi todos (en un proceso que ya lleva décadas) hacia las ciudades en busca de otro futuro. Y no digo que esto esté bien o mal, solo digo que pensemos bien lo que los medios y los dirigentes inescrupulosos nos quieren hacer creer sin más.
    Veremos que pasa hoy en el Senado de la Nación, y como sigue todo esto. Hasta pronto, y éxitos gente.