Amigo, que vuelo toma tu prosa cuando hablas acerca de la gente y no de las cosas. Me tengo que resignar a la insuficiencia de mis palabras, y tomar humildamente las tuyas como propias. Diré simplemente: hay mucho que querer de Omar, y no solamente de ese modo lineal que uno quiere lo que le queda cómodo o le resulta familiar. Me parece que su falta de complacencia con los próximos es buen testigo de la entidad de su compromiso, y eso es parte de lo que hace que lo querramos y respetemos tanto. Por ahi sospecho que la idea romántica de que son los años los que dan la templanza y la mesura es (...)