Cable
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La lucecita del monitor que titila y el reflejo en la ventana de mi cara de sueño no me dejan mentir: mi reencuento con la TV por cable no fué reconciliación. No puedo ver tele, aunque a veces hago un esfuerzo y lo intento.
Sin embargo, como será de influyente la caja boba, que esta sección dedicada a escribir sobre las cosas que visité (léase lugares, eventos, fiestas y escondites secretos) lo inauguro con un texto sobre algo que "yo lo vide" en la pantalla chica.
Son muchos años de divorcio con el zapping, ese ejercicio posmoderno que se trata de estar interesado en todo y en nada al mismo tiempo. Imágen de la insatisfacción, noticias que no se quedan en ningun lado, publicidad que debe impactar si o si, sedante de sillón roto y rayos catódicos. Eso es hacer zapping.
Lo digo porque hoy me sorprendi en un momento mirando hacia otro lado, mientras mi dedo continuaba a ritmo constante presionando el botón de cambiar canal. Patético.
A veces es otro el que está con "el poder" (control remoto) y en la pantalla se cruza una escena de alguna peli buena (que casi siempre vi varias veces). Entonces intento aconsejar "esa peli es buena, dejala". Pero, en general, parece que mi gusto cinematográfico no es el más popular.
A lo estupidéz de la programación se le suman las publicidades. Tener más canales no significa tener mas opciones, sino estar expuesto a más bombardeos publicitarios. Y la manipulación es tal que se llegan a extremos de la contradicción más cruel que ahora les cuento:
Dos chicas, una rubia y otra morocha, están en una tienda mirando diminutas prendas de ropa a las que se les ve las etiquetas XS. La siguiente escena muestra a las chicas que van sonrientes por la calle con remeras que dicen "BULIMIA" y "ANOREXIA", ante la mirada lastimosa de la gente. La placa dice "TU VIDA NO ES TALLE UNICO. Córdoba, ciudad saludable". Media pedorra, pero bien la intención.
Justo después viene la publicidad de FANTA LIGHT, mostrando a una chica muy delgada que le "roba" la botella de gaseosa a un hombre (también delgado, obvio) y escapa. Pasa de perfil por una puerta cerrandose, luego entre arbustos y por último entre los barrotes de una reja, para sonreirle desde el otro lado a su perseguidor que no es tan delgado para atravesar la barrera. "Fanta Light es Fanta, y es Light" insiste por si alguno no entendió.
Con el deporte (y el fútbol en particular), que entre lo poco es lo que más veo, estoy llegando al hartazgo. Primera A, B y C y Torneo de Ascenso Argentino; campeonato de España, México, Italia e Inglaterra; Copa UEFA y Eliminatorias; jugadores argentinos que hacen goles por el mundo; la historia y las estadísticas del superclásico desde los ’80 y cómo se preparan para el próximo; el cumpleaños de Maradona con chantaje emocional de sus goles incluído; polémicas y más polémicas sobre lo que dijo un jugador y lo que el otro no respondió; y, por si falta, un canal que pasa los partidos de las inferiores de Boca. Ah, también hay basquet, tenis y algun otro deporte que aunque no sepamos las reglas hay que mirarlo porque es "En Vivo".
Gente, me despido porque empieza un partido y una serie de estreno. Son a la misma hora pero por suerte tengo dos teles.